Por Diego Sebastián Maga
No sólo los vampiros son inmortales. El Abuelo Keith, también. Hoy, el “abuelito más revoltoso de la historia del rock” cumple 65 añitos y sigue hecho un pibe. Tan provocador, intenso y diabólico como siempre, tendrá su buena fiestita (¡una más... y van!).
El mítico guitarrista de los “Rolling Stones” continúa con intenciones de llegar a las tres cifras y subido a un escenario... Y ¿alguien se animaría a pensar lo contrario?
Este “sexagenario fiestero” desafió a los almanaques, a los horóscopos, a las profecías, a los manuales de “vida sana” y de “buenas costumbres” y pretende seguir humillando a todo aquel que sea escéptico sobre su futuro. Es más, cuanto más pesimistas sean sus detractores, Richards va a vivir más. Es casi una venganza (¡y terrible!). Contra religiones apocalípticas, moralistas exacerbados, doctores severos, políticos conservadores y viejitas asustadizas, el “estilo de vida” de Keith funciona a la perfección. Podríamos decir que las convicciones que lo rigen son obvias. Seis cosas hay en la vida: salud, dinero y amor... ¡sexo, droga y rock & roll!
Días atrás, la Página Web de la Revista “Rolling Stone” publicó la lista de los “rockeros más fiesteros” de la historia. Por supuesto, entre los “Top Ten”, estaba el indiscutido Richards. La argumentación para semejante distinción fue la siguiente: “Ya lo dice la profecía: cuando llegue el fin del mundo, sólo quedarán vivas las cucarachas… ¡y Keith Richards! Se podría decir que, en la historia de la humanidad, pocos físicos fueron tan maltratados como el del “Stone”, que en los 60 y 70 vivió a base de heroína y escocés. Sus últimas hazañas: sobrevivir a una caída de un cocotero, y aspirar las cenizas de su difunto padre.” Todo dicho. ¡Feliz cumple, Nono!... ¡Y por varias centurias más!...
P. D.: Ah, de más está decir que “viejos son los trapos”
