lunes, 22 de junio de 2009

Sensibilidad pop desenchufada

“Cursi” en “La Taberna”

Muchas veces las luces estridentes del pop conspiran contra la poética de la canción. Es como que el propio “vértigo rítmico” de los temas encandilara al oyente al punto de distraerlo de la profundidad de sus letras. Una “profundidad” que recién es captada cuando las canciones se “desenchufan”. Es decir: se tocan en formato acústico.

Por Diego Sebastián Maga
No es la primera vez que sucede, pero aún sigue siendo benéfico para la poética del pop que las canciones bajen sus revoluciones, se “desenchufen” y sean interpretadas en formato acústico. La estética del “show desenchufado” le sigue haciendo justicia a algunas canciones o bandas que pueden ser consideradas exclusivamente bailables o de boliche pero que, sin embargo, cuando entran en juego las guitarras acústicas, demuestran un potencial desconocido.
Este ejercicio sonoro es el que protagonizó el viernes en “La Taberna” una banda como “Cursi”. Uno de los máximos exponentes del pop uruguayo (con más de diez años de escenarios) que, prescindiendo de sus frenéticas arremetidas “funk”, puso en el centro de la escena su más pura (y no tan conocida) “sensibilidad pop”.
En un concierto intimista, los maragatos pudimos ver la obra de “Cursi” desde lo profundo de las letras y no desde la superficie rítmica. Esta vez, el cancionero no llegó para agitar al público sino para mantenerlo sentado y de oídos abiertos. Descubriendo lo mucho que hay oculto tras el vértigo rítmico y la adrenalina de sus clásicos.
Con luces bajas y sin estridencias, Fabián Krut y Diego Drexler redescubrieron el pulso poético de temas como “Pensá un minuto” (que abrió el concierto) y “Carabelas” (joya perdida de su segundo disco: “Del 2 al 70”) y lanzaron unos cuantos “guiños” con reminiscencias de los “setenta”.
Para el final, llegaron temas infalibles como “Corazón de hotel” y “La pachanga falsa”, con una desopilante introducción tocando la célebre, bizarra y “ochentosa”, “Colegiala”. Una despedida a la medida de “Cursi”: con seriedad y humor, “dulce de leche con salsa” y pop “con todas las letras”.